No hay arte más difícil de adquirir, que el arte de la observación
Nuestro planeta es el único de color azul verdoso que flota en el Universo y ese cromatismo maravilloso lo configura el Mar, que cubre casi las tres cuartas partes de su superficie.
El mar es un elemento mágico: dos átomos de hidrogeno y uno de oxígeno hacen posible el milagro de la vida marina que regula la temperatura del planeta, genera masas de aire, insospechados ecosistemas y una variedad biológica tan compleja que, el mar constituye para el hombre la última frontera y para la comunidad científica el reto más importante como fuente para el conocimiento de las leyes que regulan la vida en el planeta.
Dentro de este elemento mágico que es el mar, se encuentra la ciudad de Ceuta, situada en la península Tingitana, en la orilla africana del estrecho de Gibraltar, a unos 18 Km de las costas de la Península Ibérica. Su situación geográfica es de 35º 55′ latitud norte y 1º 41′ longitud oeste. Limita al norte con el Estrecho de Gibraltar, al oeste con el (Mar Mediterráneo), al sur con Marruecos y al este con el Océano Atlántico. Su población se sitúa en unos 86,000 habitantes, concentrados en una superficie de unos 19 km², en la que conviven ciudadanos de cultura cristiana, musulmanes, judíos e hindúes. El idioma oficial es el castellano (español) se hablan también el Tamazig y el árabe (darilla). El gentilicio popular es «caballa»
La épica clásica describe la creación del Estrecho de Gibraltar:
Y Hércules rompió con una maza enorme la montaña que separaba el “MARE NOSTRUM” (Mar Mediterráneo) de la “PELAGUS ATLÁNTICA” (Océano Atlántico), quedando así constituidas dos enormes columnas naturales: “CALPE” (Gibraltar) y “ABYLA” (Ceuta). De esta forma quedó abierto para siempre, a través del “FRETUM GADITANUM” (Estrecho de Gibraltar), el mar de las civilizaciones (Mar Mediterráneo).
En este lugar descrito por la épica clásica, es donde los poetas de la antigüedad situaban el teatro de sus inmortales narraciones y donde se confunden la mitología y la historia. Así, las sugestivas leyendas mitológicas como el Jardín de las Hespérides, los amores de Calipso con Ulises, la lucha de Perseo con Medusa y de Hércules con Ateneo, la de los Pléyades, los Titanes, y tantas otras, fueron imaginadas en estos parajes llenos de misterio y al que se consideraba el confín del mundo “FINIS TERRAE”.
Dentro de este teatro de inmortales narraciones épicas y donde decíamos que la historia se entremezcla con la mitología, se encuentra la ciudad de Ceuta, situada, como decíamos en un principio, en la confluencia donde el Mar mediterráneo y el Océano Atlántico se abrazan.
Esta ciudad milenaria, a lo largo de su historia, ha tenido denominaciones diferentes, como: “EXILISSA” para los cartagineses, “HEPTADELPHOS” para los griegos, “SEPTEN FRATRES” para los romanos, “MEDINA SEPTA” para los árabes, y “SEPTOM” para los emperadores bizantinos.
La ciudad de Ceuta, situada en el Estrecho de Gibraltar, constituye a nivel de la biología marina, un enclave de singular importancia, ya que en ella confluyen provincias biogeográficas como la Lusitana (de carácter templado-frio), Mauritanica (de carácter templado) y la Mediterránea. Por ello, es una zona de interesantes contrastes florísticos y faunísticos que constituye el límite de distribución de numerosas especies marinas, además de configurar un cuello de botella para las especies que migran a su través, así como, en general, para los procesos de dispersión larvaria en el eje atlántico-mediterráneo. En el medio aéreo, destacan los masivos desplazamientos de aves en dirección norte-sur (aves planeadoras, esencialmente) y este-oeste (aves marinas). En el medio marino, resaltamos las migraciones de peces y cetáceos, a destacar el emblemático caso del atún rojo.
Aparte de esta diversidad de especies que podemos encontrar en sus fondos, tampoco podemos olvidar la riqueza arqueológica de la que gozan estos parajes submarinos, ya que, como comentábamos, los mares que circundan a esta ciudad, han sido visitados por numerosos colonizadores que han dejado en sus fondos testimonio de su paso, tras siglos de periplos por el confín del mundo conocido hasta entonces.
Su situación geoestratégica privilegiada en el Mediterráneo, con un clima apacible y suave en verano e invierno, de gran luminosidad durante todo el año; sus impresionantes paisajes sobre el estrecho de Gibraltar, con un mar limpio y trasparente y una fauna marina rica; su acervo histórico y cultural, con conjuntos monumentales que dan gran valor arqueológico a la ciudad y a sus fondos marinos; y su proximidad con Marruecos, país de cultura y costumbres totalmente distintas y atractivas para el visitante, constituyen fortalezas excepcionales de cara al desarrollo turístico futuro.
La belleza de los fondos marinos de nuestro litoral, su riqueza arqueológica submarina y la gran cantidad de deportistas que practican los deportes náuticos, es por lo que hace necesario, a nuestro entender, el dar un impulso al abanico de posibilidades que brinda esta actividad, implantando una adecuada infraestructura que pueda responder a las grandes expectativas que genera y que sobrepasa con creces lo meramente deportivo. Parte del desarrollo de esta ciudad, pasa por la explotación de las actividades relacionadas con deportes náuticos-deportivos y subacuáticos,
El objetivo que nos debemos marcar es la de crear y/o promocionar, una cultura de conocimiento y conservación del medio marino y una infraestructura de servicios capaz de responder, de manera adecuada, a la creciente demanda interna y externa de actividades relacionadas con el mar y el tiempo libre, así como la impulsar la creación de Centros de Investigación de Biología Marina y de estudios de ciencia, tecnología y sociedad; I+D+i, que genere el estudio y conservación de las especies de nuestro litoral.
La ciudad de Ceuta reúne características geoestratégicas, climáticas, paisajísticas, comerciales, culturales e históricas, que la convierten en un destino en potencia y su Puerto Deportivo debe ser un importante motor económico y turístico para la ciudad.
Texto: Dr. Jose Manuel Avila Rivera
Miembro del Instituto de Estudios Ceutíes